En una empresa como Google, con más de 20.000 empleados, no es de extrañar que haya una cierta diversidad de sistemas operativos y equipos, ya no solo a la hora de administrar sus servicios, sino en los ordenadores de trabajo habitual de los propios empleados.
En Google los trabajadores emplean, de forma mayoritaría, Goobuntu, una distribución específica basada en Ubuntu LTS, pero con algunas modificaciones de seguridad. Por ejemplo, Goobuntu elimina todas las comunicaciones a proveedores externos, como algunas capas que introduce Canonical y algunos servicios como Ubuntu One. Dicha información ha sido confirmada por Thomas Bushnell, creador de GNU Hurd y actual administrador de sistemas en Google.
Para las actualizaciones tampoco utilizan el updater de Ubuntu, sino que se hace uso de Puppet, herramienta indicada para lanzar actualizaciones mediante la red interna de la empresa, ya que un error en un paquete sin revisar podría suponer millones de dólares en pérdidas a Google.
También se ha sabido que los empleados pueden usar prácticamente cualquier sistema operativo, incluyendo la gran mayoría de distribuciones de Linux, pero han de pedir un permiso especial para instalar Windows debido a la política de seguridad de la empresa. Si bien no han aclarado este punto, es de suponer que se trata de una protección de sus proyectos secretos frente a posibles puertas traseras de Microsoft más que a la propia seguridad del sistema frente a posibles atacantes.
Por último, pero no por ello menos importante, es sabido que Google contribuye activamente en la seguridad de Ubuntu y envía numerosos parches para mejorar su seguridad. Tenéis más información sobre todo este asunto, en inglés, desde aquí.