El uso de la telefonía móvil se ha ido incrementando en los últimos años, hasta prácticamente ser un elemento casi indispensable en nuestras vidas. La llegada de nuevas tecnologías, como el 4G, y la presencia aún del 2G y el 3G, hace que las ciudades sean una constante agrupación de ondas inalámbricas.
En las imágenes podemos apreciar el patrón basado en hexágonos, e incluso las diferentes alturas necesarias para dotar de cobertura a los grandes rascacielos. En el texto original nos explican que no se trata de colores estáticos (cada uno de ellos representando a un tipo de señal), sino que cambian rapidamente y con diferentes combinaciones, pero si congelásemos un momento, sería así. Los hexágonos en los centros urbanos son muy pequeños para tener capacidad suficiente para todos los usuarios que pueden llegar a encontrarse en una zona determinada, mientras que las proyecciones más largas dotan de cobertura a zonas con menor densidad de población, como podemos ver abajo con el Lago Michigan.
Os dejamos a continuación las imágenes correspondientes a Chicago, Nueva York, Washington (x2) y Los Angeles.